Para Polonia es
primordial seguir adelante en su Eurocopa. Saben que han abierto una ventana al
mundo y no piensan dejar ir la oportunidad y enfrentaron este partido sabiendo
que una victoria rusa pondría a los soviéticos en cuartos de final y les dejaría
a ellos en una situación muy comprometida.
Por tales motivos,
ambos equipos salieron al campo de juego con una actitud muy ofensiva.
Advocaat, el técnico de Rusia, ya había comentado que no cambiaría ese espíritu
en la selección rusa y lo ha cumplido. Esto hizo que el partido arrancara con
un ritmo vertiginoso, con ambos equipos volcados al frente y pensando en
anotar.
Pese a todo, fue
Polonia la primera en crear peligro en la meta contraria gracias primero a un
remate por parte de Boenisch y luego a un disparo de Lewandowski demostrando
que lo ocurrido con Grecia en el partido inaugural había quedado atrás.
Los rusos sufrieron
en el inicio debido a la bien ejercida presión polaca que supo sofocar los
intentos de creación de los soviéticos y les complicó en gran medida el
partido. Sin embargo, conforme fue avanzando el encuentro, Rusia se fue
metiendo al partido y creando peligro.
Cuando corría el
minuto 37, Dzagoev aprovechó un buen pase-centro de Arshavin para anotar el 1-0
a favor de Rusia, dejando a Polonia sin tiempo para reaccionar y dando a Rusia
sus mejores momentos.
Sin embargo, al
regresar del descanso de medio tiempo, Polonia volvió por sus fueros y apretó
de nuevo a cuadro ruso para empatar el encuentro, lo cual ocurrió cuando corría
el minuto 57 gracias a un gran disparo de Blaszczykowski que fusiló el marco
ruso.
Ambos equipos
mantuvieron su intensión de anotar de nuevo y salir con la victoria pero nadie
más supo como anotar y terminaron firmando tablas para dejar el grupo enredado
hasta el final ya que Rusia llega a 4 puntos y Polonia a 2, con lo que
cualquiera puede calificar en este grupo.
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