Alemania ha hundido
a Holanda al vencerla 2-1 con una actuación sobria y contundente. Dos de los
favoritos para las casas de apuestas quedaron enfrentados debido al sorteo y no
tuvieron de otra y uno de ellos ha quedado herido de muerte, a punto de quedar
fuera en la primera vuelta.
Alemania es un
equipo grande, de esos que gozan y se crecen en los compromisos importantes y
tenía enfrente a otro gran equipo que busca sobresalir. Para desgracia de
Holanda, la derrota en el primer compromiso del presente torneo los obligaba a
buscar una victoria contra los teutones y los ponía en una situación muy
comprometida.
Los holandeses se
lanzaron con todo desde el silbatazo y Alemania replegó filas esperando sus
embates y agrupando a su gente en busca de contragolpear. Los de Holanda se
toparon con un duro muro defensivo que frenó sus ataques y complicó su
organización haciendo inservible para Holanda su mayor posesión de balón.
Cuando corría el
minuto 25, Mario Gómez se coló por el centro y giró ante un pase filtrado por
Schweinsteiger para quedar solo frente al portero y vencerlo con un disparo
raso que entró cerca del poste. Era el 1-0 y una prueba de la peligrosidad y
contundencia alemana.
Holanda no bajó los
brazos y siguió insistiendo pero fue incapaz de burlar el bien plantado muro
defensivo presentado por los alemanes que se vieron con mucho oficio. Holanda
no supo traducir la posesión del balón en jugadas de peligro y cuando más se esforzaba
recibió otro zarpazo.
Cuando corría el
minuto 38, de nuevo Mario Gómez anotó un gol, era el 2-0 que caía como balde de
agua fría sobre los holandeses y echaba por tierra su dominio del balón.
En el segundo tiempo
se dieron varios movimientos por parte de Holanda con la intensión de hacerlos
más ofensivos. Entraron Huntelaar y Van der Vaart pero tardaron mucho en
encontrar su lugar en el campo y fue hasta el minuto 72 cuando Van Persie anotó
el 1-2 que les acercaba y les metía al partido de nuevo.
Sin embargo, en ese
punto salió el oficio alemán. Los teutones se dedicaron a enfriar el juego,
frenando las embestidas holandesas y llevando el balón a los extremos, los
puntos más lejanos de su propia portería. Por más que Holanda insistía en
apuntar su artillería pesada, cada vez que perdía el balón, Alemania lo paseaba
por donde se podía y así fue transcurriendo el tiempo hasta que el árbitro
marcó la finalización del partido.
Alemania venció 2-1
a Holanda y deja a la Naranja Mecánica muy mal herida.
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