Haciendo números

España partirá al campo de juego mañana como favorito para ganar la semifinal a Portugal con quien tiene números bastante favorables. Contando partidos oficiales y amistosos, España y Portugal se han enfrentado en 34 ocasiones con 16 victorias españolas por 12 empates y 6 reveces. Sin embargo, Portugal puede presumir de haber goleado 4-0 a España en el último enfrentamiento, acontecido hace un par de años, cuando los españoles se encontraban aún en la resaca del campeonato mundial de Sudáfrica 2010.

Es tal la diferencia entre ambos equipos en este momento que España busca llegar a su tercera final consecutiva mientras Portugal lucha por legitimarse. Si los españoles alcanzan la proeza de llegar a la gran final de la Eurocopa, emularán nada más y nada menos que a la poderosa Alemania de los 70's que logró el campeonato del mundo en su país natal en 1974. Durante estos últimos 35 años, nadie ha sido capaz de posicionarse en tres finales consecutivas.

Por si fuera poco, los españoles también presumen de no haber perdido jamás una semifinal ya que han logrado el triunfo en las tres que han disputado en la Eurocopa. En 1964 se impusieron por 2-1 a Hungría en tiempos extra, en 1984 derrotaron a Dinamarca en penales y en 2008 vencieron a Rusia por 3-0.

Sin embargo, Vicente del Bosque sabe bien que todo es historia y que tendrán enfrente a un equipo competitivo, con una defensa que se ha mostrado muy fuerte y con dos estrellas adelante que son capaces de desequilibrar cualquier partido, por lo que buscará hacerse del balón y presionar a los portugueses desde la salida.

Paulo Bento conoce muy bien el futbol español, militó en el Oviedo del 96 al 2000 y sabe bien el daño que le pueden causar si logran profundizar en sus ataques por lo que estará muy atento para bloquear sus aproximaciones.

Si bien en el papel, España luce amplia favorita frente a su vecino Portugal, el duelo se antoja muy complicado tanto por la rivalidad entre ambos como por las ansias de gloria de los portugueses. Todo dependerá de la capacidad española para encontrar la profundidad requerida para crear peligro y de la capacidad de Cristiano Ronaldo y Nani para desequilibrar en el otro frente.