Sin querer queriendo

La Selección mexicana se agenció sus primeros 3 puntos en el proceso de clasificación para el Mundial Brasil 2014 gracias a la victoria obtenida anoche en el Azteca ante la Selección de Guyana en una pobre exhibición que mereció los abucheos del respetable público al término de ambos tiempos.

El conjunto tricolor arrancó el partido con vocación ofensiva y no tardó mucho en hacerse presente en el marcador. Cuando corría el minuto 11, Carlos Salcido se encontró con un balón rebotado en las afueras del área y lo prendió de buena forma para abrir el marcador con el tan ansiado 1-0.

México intentó abrir el campo con Guardado y Barrera por los costados y dejando libre a Gío con la finalidad de que fungiera como enlace con los dos ejes en el ataque, De Nigris y el Chicharito y la estrategia pareció resultar cuando al minuto 15 se dio una bonita combinación. Javier Hernández tocó de tacón para Aldo De Nigris quien sin pensarlo dos veces habilitó a Gío para que este anote un magnífico gol y pusiera adelante a México 2-0.

Lamentablemente para el conjunto mexicano, a partir del gol comenzaron a jugar muy sobrados. Intentando jugadas personales, perdiendo la comunicación entre las líneas, con pases largos debido a que se fue dando una separación entre los bloques que fue aislando a los delanteros y facilitó en mucho el funcionamiento defensivo del cuadro visitante que conforme fue avanzando el cotejo, fue tomando confianza y aprovechando los muchos balones sueltos y descuidos en la salida tricolor.

Al salir a la segunda parte, México pareció volver a tomar concentración y muy pronto, cuando corría el minuto 51, Guardado sirvió un pase cargado de veneno en busca del Chicharito quien no pudo conectar de taquito pero distrajo de tal forma a un defensor visitante que, por error, anotó en su propia portería el 3-0 a favor de México.

Sin querer pero queriendo, México ya había amarrado el partido y tenía todo el segundo tiempo por delante pero lamentablemente volvieron los excesos de confianza, los balones sueltos y la búsqueda individual de la gloria del gol. Poco a poco Guyana fue tomando confianza de nuevo y comenzó a amenazar la portería tricolor. Cuando corría el minuto 62, Héctor Moreno desvió un balón que no era ni tiro ni centro y terminó por anidarlo en su propia portería para el 3-1. La jugada se había originado por un balón suelto en la salida del conjunto tricolor que ya se había convertido en un verdadero dolor de cabeza.

Así las cosas, los minutos transcurrieron sin mayores contratiempos y salvo un par de avisos sobre la portería defendida por Corona que vio como un balón se estrellaba en el travesaño, el marcador no volvió a moverse y México, sin querer queriendo se agenció su primera victoria sin tener la necesidad de emplearse a fondo.