Brasil dispuso 3-0
de República de Corea en Old Trafford y se ha ganado su lugar en la gran final
del futbol olímpico en la que luchará por la medalla de oro ante México que
venció 3-1 a Japón.
El futbol brasileño
presume de muchas cosas menos de una medalla de oro, la cual podría decirse que
es el único trofeo faltante en sus vitrinas y, en muchos aspectos, se ha vuelto
una obsesión.
Vencer a la
República de Corea no ha sido fácil. Los coreanos se lanzaron con todo al
frente al inicio del partido y obligaron a los brasileños a replegarse. Durante
el primer cuarto de hora, Brasil sufrió los duros embates coreanos que tocaron
a la puerta pero no pudieron anotar.
Pasaron más de 20
minutos para que llegara la reacción carioca y comenzaran las peligrosas
jugadas que siempre les han caracterizado. Los embates brasileños llegaban
peligrosamente como respuesta a los ataques coreanos. Si bien no lograban
envolver del todo a los asiáticos, sus cambios de ritmo rompieron filas y
pusieron en jaque a los coreanos cuando al minuto 38 Rómulo anotó el 1-0 a
favor de Brasil.
Si bien la República
de Corea no bajó los brazos y de inmediato buscó la portería brasileña, la
defensa sudamericana mostró solvencia y supo salir avante y, cuando corría el
minuto 57, Marcelo conectó con Neymar y Damiao cerró la pinza para el 2-0 y al
64, el propio Damiao anotaba el definitivo 3-0 que le daba el pase a Brasil y
el honor de disputar la medalla de oro en Londres 2012.
Ya no había para
más, los brasileños se enseñorearon con el balón para evitar algún desaguisado
que pudiera despertar a los coreanos que dieron pelea sobre todo durante los
primeros minutos del partido en los que su presión hizo sudar la gota gorda a
Brasil.
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