El Real Madrid ha
conquistado el primer título en disputa del año futbolístico al vencer 2-1 al
Barcelona gracias a los goles anotados de visitante ya que hubo un empate a 4
en el global de la Supercopa de España.
Si bien Mourinho
había insistido hasta el cansancio en que no le importaba el título, la
realidad fue otra. Muy lejos de ver el partido como parte de su preparación, el
Real Madrid salió con todo en busca de goles y apostó fuerte por el partido. La
alineación presentada por Mourinho lo dice todo. Los merengues ponían toda la
carne al asador.
Enfrente tenían a su
peor pesadilla, un Barcelona que desde hace años les ha causado muchos
problemas en el Santiago Bernabéu. Los azulgrana llegaban con un historial
reciente que da miedo aunque poco a poco se van notando algunas diferencias
entre Tito y Guardiola.
La Supercopa se
resolvió por pequeñas pero importantes diferencias. En Barcelona Valdés cometió
un grave error que dio vida a los merengues y ayer, la defensa azulgrana volvió
a fallar para terminar entregándoles el título mientras por el otro lado, Iker
tan grande como siempre, hacía grandes atrapadas y Pepe y Ramos sellaban los
ingresos al área merengue.
Higuaín abrió el
marcador en el minuto 9 gracias a un error de Mascherano que erró el despeje
habilitando al peligroso delantero argentino quien no perdonó y puso al frente
al Madrid 1-0. Al minuto 18, Cristiano le hizo una jugada de fantasía a Piqué
que por alguna extraña razón no lo persiguió sino que fue a correr detrás de
Valdés para proteger directamente su portería y esto permitió que el portugués
liquidara al cancerbero blaugrana para el 2-0.
Para colmo de males,
el Barcelona se quedó con 10 hombres al minuto 27 por la expulsión de Adriano
por detener a Ronaldo que parecía escaparse para un nuevo mano a mano con
Valdés.
El Madrid tenía la
mesa puesta para cobrar venganza de las humillaciones sufridas en los últimos
años. Sin embargo, Tito ajustó sus piezas, sacó del campo a Alexis que parecía
empeñado en hacer una gran jugada y no en conectarse con el equipo y metió a Montoya
para reacomodar su defensa.
La superioridad
numérica permitió al Madrid acosar a Iniesta y Xavi, los únicos motores capaces
de la recuperación azulgrana y, con esto, asfixiar el juego y quitarle el balón
al Barcelona. Ante esto, como un animal que percibe el olor de la presa herida,
el Madrid se lanzó en busca de rematar el partido. Las jugadas de peligro se
sucedieron y Valdés tuvo que emplearse a fondo una y otra vez, salvando a su
portería.
En la recta final
del primer tiempo, Messi acercó 2-1 al Barcelona con un excelente tiro libre.
Un disparo brillante de alguien que no se había visto en el partido.
Al salir a la
segunda parte, el Madrid ya no quiso arriesgar más. Retrajo sus filas y ya no
intentó asfixiar al Barcelona . Renunció a la posibilidad de cobrar venganza y
prefirió la seguridad de proteger el marcador, dándole vida a un equipo
azulgrana que había tenido muchos problemas en la primera mitad y que se
encontraba en inferioridad numérica.
Ante esto, el
Barcelona fue cobrando confianza y atacando cada vez con mayor peligrosidad la
portería de Casillas quien entonces se tuvo que emplear a fondo para salvar su
marco de las arremetidas de Messi y Pedro quienes tuvieron en sus pies el gol
que hubiera dado el título para los visitantes pero fueron incapaces de vencer
al portero rival.
El partido
transcurrió sin que cayera otro gol y el 2-1 selló la coronación del Real
Madrid en su estadio y ante su gente.
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