Los Gallos Blancos
del Querétaro andan en malos pasos y eso es un mal augurio para su pelea por la
permanencia en la primera división de México. Desde su ingreso a la máxima
categoría han insistido en la contratación de innumerables jugadores
extranjeros y han tenido también problemas internos con socios que entran y
salen y proyectos que cambian una y otra vez.
Las disputas entre
los directivos han trascendido y han obligado al plantel a trabajar en medio de
mucha incertidumbre. El plantel actual, a cargo de Carlos de los Cobos, fue
formado e incluso comenzó la preparación para este torneo por Comizzo quien era
el técnico apoyado por algunos directivos pero que terminó haciéndose a un lado
porque se impusieron otros que apoyaron a de los Cobos.
Adicionalmente a la
poca preparación previa, los Gallos Blancos presentaron muchos cambios ya que
no contentos con los problemas administrativos, contrataron a muchos jugadores.
Querétaro ya había
perdido un juicio con el TAS por un adeudo con Sergio Orteman y ahora esperan
que la Junta de Conciliación y Arbitraje
dicte un laudo por el caso de Ignacio Schneider que también se espera sea desfavorable
para la institución dadas las circunstancias del caso.
La desorganización
dentro de la directiva es patente y se puede observar no sólo en la falta de
seguimiento a los juicios que se les han presentado sino también en la
obstinación para no buscar acuerdos y en la contratación de muchos más
jugadores extranjeros de los que pueden tener inscritos en la Federación
Mexicana de Futbol.
Los cambios de
proyecto y de personal cuestan y complican mucho la operación del Club que ya
es el último lugar de la tabla de cocientes y acaba de recibir una buena
zarandeada en el campo de juego. Sin duda, los malos pasos del Querétaro lo
convierten en uno de los favoritos para descender a la Liga de Ascenso y si no
corrigen pronto, nadie quedará sorprendido porque eso suceda.
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