El futbol mexicano
se acostumbró a jugarse a su ritmo y con sus propias metas. En muchos sentidos,
los equipos que compiten a nivel internacional se han encontrado con problemas
serios debido a que los calendarios locales no están coordinados con los internacionales
e incluso la selección mexicana lo ha sufrido.
Al fundarse la Liga
MX también se anunció la creación de la Copa MX con la finalidad de ampliar la
competencia entremezclando a equipos de la Liga MX con los de Ascenso MX y
buscando así que se generen más ingresos en los clubes dado que los aficionados
tendrían más partidos que consumir.
Si bien el aforo en
los partidos inaugurales de la Liga MX fue alto, en la Jornada 2 la presencia
de los aficionados en los estadios bajó como era de esperarse.
En cuanto a la Copa
MX, muchos equipos de la primera división utilizaron suplentes y el dominio en
los primeros partidos fue de los equipos de la Liga de Ascenso. Ahora en la
vuelta, como era de esperarse, el truco se repitió y si bien muchas llaves se nivelaron,
son pocos los equipos de la primera que quieren exponer a sus estrellas.
Es normal la
resistencia al cambio, por bueno que pudiera resultar dicho cambio. La gente
gusta de la costumbre y romper un hábito es complicado, más cuando se trata de
hacer jugar doble jornada a futbolistas que dejan de ver dos o tres días más a
sus familiares y tienen que abandonar la comodidad de sus instalaciones
deportivas, por lo que las voces de los jugadores que gritan que México no es
apto para un torneo de copa bien pueden minimizarse.
Sin embargo, si
tomamos en cuenta que nuestro calendario no caza con los calendarios
internacionales debido a las liguillas y al doble torneo anual, no parece
lógico agregarle más compromisos.
Por otro lado, hay
que tomar en cuenta la experiencia en otras ligas. La Premier League llegó a un
punto muerto, como podría decirse que ha llegado la liga mexicana, en el cual
el aforo comenzó a bajar y los equipos comenzaron a endeudarse peligrosamente.
En Inglaterra se dio el caso de unos cuantos equipos con buenos ingresos y el
resto en quiebra franca. Para colmo, en muchos estadios se fue contabilizando
una baja en la asistencia y la venta de camisetas no era suficiente para cubrir
los gastos generados por los altos salarios de los jugadores y demás
necesidades de los equipos.
Los ingleses
apostaron por un cambio radical. Crearon la Premier League, le dieron autonomía
de la Federación, hicieron un contrato colectivo de televisión para una mejor
distribución de los ingresos, promovieron la transmisión de muchos de los
partidos por TV de paga y, por otro lado, subieron sus exigencias para las
instalaciones de los clubes que estuvieran en la Premier League.
Todo esto generó un
aumento en los ingresos de los equipos y al distribuir mejor dichos ingresos,
aumentó también la inversión ya que ahora muchos equipos tenían a su alcance
los torneos internacionales y con ello aún más ingresos, lo cual, a su vez, generó
de nuevo más inversión. En pocas palabras, un círculo virtuoso que abonó el
crecimiento de la Premier League hasta posicionarse como una de las mejores del
mundo.
¿Seremos capaces de
adaptar eso a nuestro medio? ¿Podrán la Liga MX y la Copa MX romper el círculo
vicioso que afecta al futbol mexicano? ¿Seremos capaces de mejorar y crecer
como se necesita?
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