El Real Madrid se ha
impuesto por 2 goles contra 0 al Valencia en el partido de ida de los cuartos
de final de la Copa del Rey de España disputado en el Santiago Bernabéu en base
a contragolpes, tal y como parece disfrutar el futbol José Mourinho, desplegando
un juego rápido, intenso, muy físico y a la espera de un error del contrario o
de una oportunidad en la contra para hacer daño.
Si bien fue Valencia
quien dominó el balón, el Real Madrid mostró peligro desde el primer minuto
cuando Özil robó la esférica y habilitó a Cristiano para que este provocara una
falta y de tiro libre mandara el balón muy cerca del poste de la portería defendida
por Guaita.
Si bien el Real
Madrid mostraba peligro en el contragolpe, la iniciativa la tenía el Valencia
que tardó 15 minutos en encontrar la portería del equipo local y poner a
trabajar a Casillas con un remate de Tino Costa primero y, casi enseguida, con
un cabezazo de Jonas. Los Merengues respondieron agazapándose en su campo y
buscaron su oportunidad para un zarpazo mortal. Valencia volvió a tener una
oportunidad en los pies de Jonas pero este no pudo superar a Casillas que
mostrando excelentes reflejos se agigantó para detener un balón que ya se
coreaba como gol. La respuesta del Madrid fue categórica, Essien, Khedira,
Benzema y ¡gol!
El Valencia volvió a
hacerse del balón de inmediato en busca del gol del empate pero su dominio era
ficticio, los Merengues les dejaban jugar y esperaban una oportunidad para
rematar el partido. Valencia generó sus oportunidades pero estaba claro que Casillas
había salido en plan grande y no sería fácil doblegarlo. Iker le detuvo un
balón a Soldado y Jonas falló otra oportunidad en un momento en el que Valencia
se volcaba sobre la portería Merengue pero, tal y como sucedió en la primera
parte, fueron víctimas de otro relampagueante contragolpe.
Coentrao galopó por
la banda y mandó un centro peligroso que entre Higuaín y Guardado terminó por
introducirse a la portería de Guaita para el 2-0 y cayó como un balde de agua
fría sobre el Valencia que parecía noqueado e incluso a punto estuvo de permitir
el tercero pero Guaita lo impidió con cierta colaboración de Cristiano y Özil
que perdonaron sendas oportunidades.
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