Los Rayados de Monterrey están en busca de su nivel. Han sufrido en el arranque del torneo en lo que se podría considerar un inicio un tanto surrealista, el que más dudas ha generado desde la llegada de Vucetich al timón del equipo.
Las Chivas aún están en proceso de adaptación con Ambriz y muchos las dan como seguras víctimas pese a que tienen un enorme potencial.
La noble afición regia ha llenado el Estadio Tecnológico como de costumbre dando como resultado un marco esplendoroso que no puede mas que emocionar a quien tiene la dicha de participar en este encuentro.
Con la mesa puesta, los Rayados se lanzaron al ataque desde el inicio y dejaron en claro que, cuando salen inspirados, saben muy bien qué hacer con el balón. Cuando Reyna se conecta con el Chelito, De Nigris y Orozco, el peligro es inminente.
Las Chivas se vieron ordenadas, si bien tuvieron mucho menos tiempo el balón, jamás fueron desbordadas y también supieron generar ataques, aunque no tantos como los regios y la primera mitad terminó sin goles.
Para el segundo tiempo, Ambriz reorganizó a su gente y las Chivas fueron nulificando las embestidas regias y enfriando el partido hasta que al minuto 25, Reyna lanzó un pase largo que se le escapó a Suazo pero no a De Nigris que supo ganar bien el centro y anotó un gran gol para poner al frente a los Rayados.
El gol obligó a las Chivas a abrirse y a buscar salir a mayor velocidad, algo que aprovechó muy bien Monterrey al robar un balón en la salida del Guadalajara para habilitar a Reyna que sin pensarlo sacó un escopetazo que terminó anidándose en la cabaña de Michel para el 2-0. Un golazo sin duda alguna.
Los Rayados siguieron insistiendo pero ya no había tiempo para más. El marcador ya no se movió pero el 2-0 ha puesto contra la pared a Ambriz que está poniendo a prueba la paciencia de Vergara que en cualquier momento podría dar un golpe de timón.
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