El triunfo del Real Madrid obligaba al Barcelona a ganar a como diera lugar para evitar que se abriera más la brecha entre ambos equipos y siguiera creciendo la presión de la prensa pero enfrente tenían al Valencia, quien se encuentra en zona de Champions y es el más cercano perseguidor en el torneo por lo que la empresa no se veía fácil, aunque parece que los grandes retos gustan a este equipo que se niega a dar por perdido cualquier torneo en el que esté participando.
Que mejor forma para recuperar la confianza que golear al tercer lugar de la Liga con un juego convincente y ante su público. Si bien el partido no comenzó de la mejor forma y el Valencia se fue al frente muy temprano, el gol sirvió para despertar al Barça que respondió con 5 tantos para asestarle una goleada impresionante a un Valencia que jamás se imaginó ser revolcado de esa forma en el Camp Nou.
Iniesta volvió a ser el orquestador y junto con Fábregas y Busquets sirvió magistralmente para poner la alfombra para 4 goles de Messi que se vio en plan grande para borrar por completo del partido al Valencia que se vio dividido y sin cohesión, incapaz de responder a la genialidad del Barça y su toque de balón.
El Valencia sufrió en serio, fue desbordado una y otra vez y, para colmo de males, el marcador pudo ser incluso más amplio de no ser por algunas intervenciones de Valdez y la providencial aparición de los postes.
De nuevo se dejó ver el mejor Barcelona, el equipo de toques rápidos y magistrales que asfixia al equipo contrario y maneja el balón y el partido a su antojo. De nuevo se dejó ver el manejo del partido con Iniesta como orquestador y cerebro de un equipo empecinado en marcar época.
Ya con el partido resuelto y el marcador 4-1, Guardiola se dio el lujo de darle descanso a Iniesta para darle minutos a Xavi y sin bajar el ritmo anotar el quinto para cerrar la paliza en plan grande, ganando, gustando y goleando.
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