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domingo, 19 de febrero de 2012

Con intensidad

Pumas y Cruz Azul protagonizaron un partido intenso, de lucha, de entrega y muchos riñones, con jugadas llenas de futbol a lo largo y ancho del terreno de juego. Los universitarios entraron al Estadio Azul bien concentrados y con la mentalidad que su afición desea y le plantearon un crucigrama muy complicado a la Máquina que pasó apuros para descifrar el acertijo.

Cuando corría el minuto 21, Eduardo Herrera cabeceó con fuerza en medio de tres defensas azules y estrelló su remate en el poste pero para su buena fortuna, todos se quedaron parados viendo como él se adelantaba para contra rematar atinadamente y anotar el 1-0 que enloqueció a la muy nutrida porra universitaria.

Pumas volvió a ser ese equipo duro, complicado que presiona al rival desde la salida y que no permite espacios para controlar el balón dificultando en todo momento que los mediocampistas armen jugadas y recuperando balones para atacar tan pronto los controlen. Volvieron a ser ese equipo aguerrido capaz de morder a quien quiera controlar un balón y que dificulta la creación de jugadas.

Ante esto, el Cruz Azul también supo sacar la casta y respondió generando jugadas de peligro con bravura, entrega y pundonor, pero tuvo que esperar hasta el minuto 65 para que Javier Aquino igualara los cartones al mandar el balón al fondo de la portería defendida por Picolín Palacios quien se estiró inútilmente.

Ambos equipos mantuvieron el nivel y la entrega por lo que el ritmo no decayó y las jugadas continuaron dándose en ambas áreas aunque ninguno pudo volver a mover el marcador. Un empate de esos en los que nadie merecía perder y ambos equipos pusieron lo suyo para ganar. Bien jugado y muy disputado con 22 jugadores que se brindaron a su afición aunque las jugadas claras de gol escasearon pero no así los intentos ofensivos de ambos cuadros.

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