Aún no entran los
equipos al terreno de juego y el partido ya ha comenzado. El Barcelona y el
Real Madrid han puesto a andar la maquinaria y la guerra mediática se está
dando desde que comenzó la semana.
Roura ha abierto la
caja de pandora al poner en entredicho al árbitro, sorprendiendo a todos al
cambiar drásticamente la actitud que se había mantenido desde épocas de
Rijkaard y con la que Guardiola comulgó perfectamente. El técnico catalán ha dicho sin tapujos:
"con Undiano nuestros números bajan mucho" y tampoco dudó en añadir
que "tiene en mente la permisividad del colegiado con el juego del Madrid
en la final del 2011".
Este claro amago
contra el arbitraje desde antes de iniciar el partido fue respondido por
Mourinho con sorna: "Me quedo con las lecciones de deportividad del
Barcelona" y ha añadido que dichas lecciones son "de no presionar al
árbitro, no simular, no buscar tarjetas…".
Está claro que
ninguno de los dos equipos llega en su mejor momento a esta semifinal de la Copa
del Rey de España pero dado que es una final y que se trata del enfrentamiento
más importante que existe para ambos, el ambiente no ha tardado nada en
calentarse.
Nadie duda de que el
Barcelona se lanzará al ataque como siempre ha acostumbrado y tampoco está en
duda que el Madrid buscará cerrar espacios y contragolpearlos. Lo que está en
duda es la efectividad de ambos equipos en estos momentos. El Barcelona ha dominado
claramente sus partidos anteriores con una tiempo de posesión del balón muy
superior al de sus contrarios pero esto no le ha sido de mucha ayuda ya que
lamentablemente ha acusado de una falta de profundidad que le ha impedido no
sólo aplastar a los contrarios como acostumbraba sino que ha llegado a privarle
del triunfo en partidos importantes como lo fue en su anterior visita a Milán.
El Real Madrid de
Mourinho le ha apostado por lo físico y también ha sufrido en las últimas
fechas. Ha dejado ir puntos y ha perdido partidos que parecían imposibles. El
mejor ejemplo fue ante Granada, un equipo que le venció sin haberle disparado a
gol.
Este encuentro
brinda una oportunidad más para dos figuras que ya han levantado la mano y que
muy probablemente tengan la oportunidad de demostrar su valía: Villa y Kaká.
Ambos con muy pocos minutos en lo que va del actual torneo de Liga ya que están
siendo ignorados por sus técnicos por distintas razones.
El clásico ya ha
comenzado y en unas horas más en el Camp Nou se irán disipando las dudas.
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