Ante un lleno en el
Estadio Azul, la directiva Cementera decidió hacer un homenaje póstumo a quien
fuera su emblemático arquero en la época de oro de la Máquina: Miguel Marín y
que mejor forma de homenajearlo que consiguiendo el boleto a la Liguilla del Apertura
2012 ante un Monterrey que se ha quedado esperando resultados para ver si de
carambola logra colarse.
La Máquina tomó el
control del partido pero jamás apretó el acelerador a fondo. Con un ritmo
semilento fue envolviendo a los Rayados en su juego y fue generando sus
opciones de gol como si no quisiera despeinarse para salir bien en la foto.
Si bien el Monterrey
tuvo la suya en el amanecer del partido, los Rayados no pueden presumir de
haber sido muy ofensivos. Vucetich tuvo muchos problemas para confeccionar su
alineación a lo largo del torneo debido a lesiones, suspensiones e incluso
berrinches pero aún así, los regios nos han acostumbrado a dar batalla.
Cuando corría el
minuto 4, en una jugada circunstancial, un defensa cementero tocó el balón con
la mano estando en el área pero el árbitro no se atrevió a marcar el penal que
hubiera significado la posible ventaja para el Monterrey y un cambio radical en
la estrategia de Vucetich.
La Máquina fue
abriendo sus tentáculos y envolviendo a los Rayados en su juego hasta que,
cuando corría el minuto 23, Javier Aquino mandó un centro que Chaco Giménez
remató con la cabeza desde los linderos del área pero con tal fuerza que venció
a Orozco para el 1-0 a favor de Cruz Azul.
A partir de
entonces, los Cementeros modificaron el planteamiento y comenzaron a buscar los
contragolpes para finiquitar el partido, lo cual hubieran logrado de no ser por
las buenas intervenciones de Orozco quien salvó a su puerta en más de una
ocasión.
Cuando corrían los
últimos minutos del primer tiempo, Aldo de Nigris anotó con la cabeza el 1-1
que igualaba los cartones para Monterrey.
En la segunda parte,
ambos conjuntos apretaron tuercas en la defensa y cerraron un poco más los
espacios para impedir desaguisados y funcionó tan bien que ya nadie fue capaz
de hacer más daño. Si bien, ambos buscaban el gol, jamás sumaban demasiadas
unidades al frente por miedo a los contragolpes que tanto Cementeros como
Rayados manejan muy bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario