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domingo, 4 de noviembre de 2012

Monterrey 0-1 Tigres


A la hora de un clásico tan importante como es el del norte, las estadísticas quedan de lado y todo puede suceder. En esta ocasión, los Rayados llegaban como claros favoritos para vencer a unos alicaídos Tigres de la U de NL pero los pupilos del Tuca se plantaron en el Estadio Tecnológico y echaron por la borda los pronósticos para agenciarse una victoria que al menos les alimenta el alma aunque ya poco o nada puedan hacer por llegar a la Liguilla.

La apuesta del Tuca era esperar, recibir los embates regios y responder a contragolpes pero Vucetich lo sabía perfectamente, por lo que los Rayados estaban preparados para responder y ambos equipos se dieron con todo aunque sin descuidar la retaguardia.

Durante el primer tiempo, la batalla se centró en el medio campo. Ningún equipo podía imponerse y el dominio fue alterno aunque sin grandes jugadas de peligro. La buena aplicación de las defensivas se impuso sobre los intentos de creatividad de las ofensivas.

Sin embargo, todo cambió para la segunda parte. Delgado desbordó por la banda y mandó un magnífico centro para De Nigris cuando corría el minuto 57 pero este perdonó y erró su remate cuando ya el arquero felino se encontraba vencido y su portería desguarnecida.

La respuesta de Tigres no se hizo esperar y en un cambio de ritmo, Damián conectó con Toledo quien sirvió para Pulido y este anotó el 1-0 para Tigres cuando corría el minuto 62.

Vucetich no dudó en mandar al campo a Reyna y la presencia de este se notó haciendo al Monterrey más peligroso y aprovechando de mejor forma los resquicios dejados por Tigres en la defensa. El partido cobró otro ritmo y el ir y venir comenzó dando como resultado los mejores momentos del mismo.

Las embestidas Rayadas fueron cada vez más peligrosas y en más de una ocasión tomaron mal parada a la defensiva felina pero para la mala fortuna de la mayoría del público asistente al TEC, en esta ocasión los Rayados tenían la pólvora mojada y fallaron cuanta ocasión se les presentó.

Tigres respondió valientemente a contragolpes y Pulido bien pudo anotar el segundo de la noche pero el arquero Rayado supo aguantar a pie firme para evitar que su marco fuera vencido. Las insistencias Rayadas también fueron diluidas por Palos y la defensa universitaria mientras el tiempo se esfumaba y el marcador ya no se movió pese a las emociones del final del partido.

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