No cabe duda de que
los Rayados de Monterrey no han alcanzado su nivel en la temporada y que siguen
sufriendo por ello. Ayer en la noche se pudieron constatar sus carencias pero
también sus ganas de hacer las cosas. El equipo que dirige Vucetich tiene problemas
de creatividad pero también de orden y el Toluca desnudó por largos tramos esta
situación.
Los Diablos Rojos
fueron al Tecnológico de Monterrey sin miedos ni tabúes. Se plantaron bien en
el terreno de juego e hicieron lo que acostumbran hacer en cualquier campo,
tomaron el balón, triangularon, presionaron y empujaron sobre un Monterrey con
muchas ganas y pocas ideas.
Los Rayados
arrancaron con todo y se lanzaron al frente y en el primer minuto, Aldo de
Nigris conectó con Suazo y este anotó el primer gol del partido para
beneplácito de la afición regiomontana que, como es costumbre, llenó el estadio
y puso un gran ambiente.
Los regios vieron
sangre y se lanzaron a matar pero el Toluca no es un equipo fácil y poco a poco
fue asentándose en el terreno, frenando el ímpetu regiomontano y adueñándose
del balón para crear sus jugadas e imponer su ritmo con lo que pronto comenzó a
dominar el partido tácticamente.
La otrora ordenada
defensiva Rayada ya no lo es tanto y el Toluca aprovechó cabalmente todos los
resquicios que fue dejando. Cuando corría el minuto 19, Edgar Benítez recibió
una carga por la espalda por parte de Hiram Mier y el árbitro no dudó en marcar
la falta. Gerardo Rodríguez cobró al centro pero gracias a que el portero se
movió, el balón entró a gol y el partido se empató a 1 al minuto 20.
El Toluca era amo y
señor del campo en esos minutos y muy pronto volvió a plasmarlo en el marcador.
Cuando corría el minuto 23, Benítez anotó el 1-2 que le daba la vuelta al
partido y ponía en ventaja a los choriceros.
Con el marcador
adverso, los Rayados volvieron a cargar hacia el frente y el partido vivió sus
mejores momentos porque el Toluca jamás renunció al ataque y el ritmo de juego
se vio incrementado. Sin embargo, fueron los Diablos Rojos los que estuvieron
más cerca del gol pese a los esfuerzos del equipo regio.
En la segunda mitad,
el Monterrey mantuvo la insistencia pero de nueva cuenta se sentía más
peligrosidad en los ataques del equipo visitante y el arquero regio tuvo que
emplearse a fondo para mantener a su equipo en el partido.
Cuando corría el
minuto 75 y ya no se veía bien por donde pudieran penetrar los Rayados, Suazo
fingió una falta y engañó al árbitro que le compró la actuación y marcó el
penal que el propio Suazo convirtió en gol para la algarabía de la fanaticada
presente.
El Monterrey no se
conformó y siguió luchando por el gol del triunfo pero dejó espacios que fueron
bien aprovechados por los visitantes para contragolpear y poner en jaque a la
portería local que fue bien defendida por Orozco.
En los instantes
finales, De Nigris tuvo el gol del triunfo pero su disparo fue ligeramente
desviado por Talavera y el balón se negó a entrar en la portería choricera.
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