La capital italiana
se ha pintado de azul gracias a un sufrido triunfo bajo una fuerte lluvia del
Lazio por 3 a 2 sobre la Roma que fue víctima de sus propios errores.
Pese a la fuerte
lluvia que anegó el campo, los equipos salieron calientes y con ganas de
asegurar una victoria cuanto antes. La Roma logró adelantarse gracias a un gol
de Erik Lamela a pase de Francesco Totti cuando apenas corría el minuto 9.
La bien plantada
defensiva romana impidió la reacción de Lazio durante buena parte de la primera
mitad pero no contaban con los errores que despertarían al odiado rival y
abrirían el camino de la derrota. Cuando ya se corrían los minutos finales de
la primera parte, Antonio Candreva mandó un disparo potente por arriba de la
barrera que el arquero romano, Goicoechea, intentó despejar con ambas manos
pero terminó escurriéndose para incrustarse en su puerta y permitir el empate a
1.
El gol fue una
inyección de oxígeno para la Lazio que se lanzó de inmediato al frente y a
falta de 2 minutos para finalizar la primera parte, se fue al frente en el
marcador gracias a un gol de Klose que, fiel a su estilo, atrapó un balón en el
área y no perdonó.
En la parte
complementaria, la Roma continuó escribiendo su epitafio cuando por un grave
error defensivo, Mauri tomó el balón y convirtió el 3-1. Unos minutos después,
una expulsión dejó a la Roma con 10 hombres y bregando por los enormes charcos
originados por la intensa lluvia que no cesaba.
En la recta final
del partido, Pjanic cobró un tiro libre desde tres cuartos del campo y vio que
el portero rival se adelantó con la intensión de achicar un centro y dirigió su
disparo hacia la portería, haciendo inútil la estirada del arquero blanquiazul
para poner el marcador 3-2 y acercar a su equipo.
Corría el minuto 85
y pese a que salió expulsado Mauri y el árbitro añadió 4 minutos para
compensar, la Roma ya no tuvo tiempo para más y terminó cediendo la derrota
ante su odiado rival y vecino, Lazio.
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