El Celta de Vigo ha
convertido su casa en un fortín y con el triunfo de 2-0 sobre el Sevilla ha
conquistado su tercera victoria consecutiva. El Sevilla por su parte, encadena
su segunda derrota consecutiva, una en casa y una en gira.
Tal vez la principal
virtud del Celta ha sido la presión ejercida sobre el Sevilla que buscó
entonces saltarse líneas y ser vertical al frente pero perdió orden y careció
de creatividad en el medio campo en parte por el mérito del Celta y en parte
por las ausencias de algunos titulares.
Sevilla bien se pudo
ir al frente pero buenas intervenciones del arquero de Vigo, Sergio Álvarez, lo
impidieron y los sevillanos terminaron rompiéndose en dos grandes bloques que
no siempre lograban conjuntarse.
El Celta respondía a
cada ataque del Sevilla con poderosos contragolpes y el partido fue de un ir y
venir a gran velocidad aunque con muchos errores y pases perdidos. Negredo pudo
abrir el marcador pero Sergio se impuso y el partido se fue al descanso 0-0.
Cuando corría el
minuto 60, Lago Aspas anotó el 1-0 a favor del Celta gracias a un penal marcado
por el árbitro por una mano dentro del área del Sevilla. Ante esto, los
visitantes se lanzaron con todo al ataque y el Celta con total descaro buscó
plantarse bien en la defensa y responder a contragolpes.
La suerte estaba
echada y era cuestión de ver cuál estrategia triunfaba. Negredo tuvo el empate
pero Sergio logró desviar el cabezazo que ya algunos cantaban como gol y el
arquero suplente del Celta logró vestirse de héroe porque unos minutos después,
cuando corría el '85, De Lucas puso el 2-0 que finiquitaba el partido a favor
del Celta.
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