En un encuentro
especialmente revuelto, el Getafe logró encontrar un gol para vencer a
domicilio al Zaragoza y agenciarse los tres puntos. En un partido trabado, con
golpes, jaloneos y todo tipo de complicaciones, la única forma en la que podía
caer un gol era por la vía del penal y así logró el triunfo el Getafe.
El Getafe pudo abrir
el marcador desde temprano pero ahí comenzaron sus problemas. Barrada tomó por
sorpresa a la zaga maña y superó por piernas a todos para enfrentar y superar a
Roberto, arquero del Zaragoza, pero una vez hecho lo más difícil, se enredó con
el balón y terminó desperdiciando la oportunidad.
A partir de ahí, las
jugadas bruscas y entradas fuertes se sucedieron haciendo imposible que los
equipos avanzaran y profundizaran sus ataques. Los balones rebotaban de lado a
lado sin idea y nadie fue capaz de meter orden en un partido complicado, difícil
de narrar.
Cuando ya pasaban
los 60 minutos de juego, Pedro León se enredó en un mar de piernas en el área y
cayó al suelo. El árbitro no dudó en marcar el penal y expulsar a un defensor
maño. Diego Castro por fin le atinó a la portería para anotar el único gol del
encuentro que le daba el triunfo y los tres puntos al Getafe en Zaragoza.
Todavía el Getafe
hizo más intentos, pero el marcador ya no se movió y el partido quedó definido
por la mínima, 1-0 a favor del cuadro visitante.
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