La Liga MX ha
minimizado los problemas ocurridos en algunos partidos del torneo Apertura 2012
y contrasta esta actitud con la mostrada por la UEFA por casos similares.
En el Nou Camp de
León, las fuerzas de seguridad comenzaron a movilizar a la porra del equipo
visitante 30 minutos antes de que terminara el encuentro y los aficionados se
resistieron llegando incluso a los golpes y ocasionando una bronca en las
tribunas. Ante esto, la Liga MX mandó una amonestación y una multa.
En algún otro
estadio se pudieron escuchar gritos racistas contra algunos jugadores de color
del equipo contrario pero Decio de María salió al micrófono rápidamente para
minimizar la situación y decir que ese tipo de situaciones no se le pueden
atribuir a ningún equipo por lo que ni siquiera se tomó la molestia de
amonestar a nadie.
En Europa, se
presentó lo que el Comité de Control y Disciplina de la UEFA llamó
"conducta inapropiada" por un sector de los seguidores del Lazio en
un partido contra el Tottenham y la respuesta ante el "comportamiento
racista" fue clara: una multa de 40,000 euros a la Lazio.
Para la UEFA ha sido
de enorme ayuda que el equipo entienda y se comprometa ante los actos ya sean
racistas o vandálicos de sus seguidores y a los europeos no les tiembla la mano
a la hora de imponer multas o castigos.
Incluso en Italia se
han dado el lujo de mandar al equipo con más títulos en la historia de la Serie
A, la Juventus, a la Serie B por haberse visto envuelta en algún escándalo que
empañe el buen nombre del futbol italiano.
En Europa la mano
dura les ha permitido erradicar muchos problemas que en su momento amenazaron
al futbol pero en México y en general en América Latina, les tiemblan mucho las
manos a la hora de imponer sanciones o de hacer cumplir cabalmente los reglamentos
por lo que muchas veces se dan mensajes equivocados y se soslayan actitudes
equivocadas.
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