El Cruz Azul por fin
se ha sacudido la presión y ¡de qué forma! La Máquina pitó fuerte en el Estadio
Azul al golear al Atlante por 4-0 gracias a un juego ambicioso y ofensivo.
Si bien los celestes
salieron a buscar el gol desde el silbatazo inicial, no fue sino hasta que
Pavone rompió el empate cuando corría el minuto 28 que se asentaron mejor en el
campo y tomaran confianza. El Atlante ya había tenido sus oportunidades y no supo
convertir el gol, por lo que terminó pagando caro sus pecados.
El Cruz Azul se
adueño del balón y del partido con el Chaco como orquestador y con una
delantera dinámica e insidiosa que puso contra la pared una y otra vez a la
defensa azulgrana que sentía el peligro y se multiplicaba para mantener a los
celestes a raya.
Cuando corría el
minuto 65, Giménez puso el 2-0 y todo se derrumbó para el Atlante. Javier
Aquino anotó el tercero en una gran jugada e Israel Castro puso el cuarto con
un disparo de alto calibre desde fuera del área que atravesó a toda la defensa
para incrustarse en el ángulo de la portería atlantista.
Así, la Máquina
obtuvo mucho más que un triunfo en casa, obtuvo también un baño de gente ya que
su afición gozó de principio a fin el partido al ver a una defensa sólida, un
medio campo creativo y ambicioso y una delantera contundente que le regaló
bellos goles. Definitivamente, no hubieran podido escoger una mejor forma de
regresar a la senda del triunfo en el Estadio Azul.
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