No cabe duda de que
una de las asignaturas pendientes para el Piojo Herrera sigue siendo el
funcionamiento de las Águilas en el Estadio Azteca. El América no logra imponer
sus condiciones en su casa, los visitantes le han perdido el miedo y esto se
nota.
El América salió con
todo en el arranque del partido pero no pudo anotar un gol principalmente
debido a impresiones en los toques finales. Las Águilas llegaban pero no podían
definir y perdían balones claves en la última línea o bien hacían centros que no
daban ventaja a sus delanteros, con lo que las labores defensivas de los
michoacanos se hacían más fáciles.
Ante esto, las
Águilas fueron perdiendo gas, como si se desanimaran poco a poco y el partido
cayó en un ritmo semilento. La poca profundidad del América se vio amenazada
por sus propias imprecisiones. Si bien Vilar tuvo algunas ocasiones
complicadas, terminó saliendo avante en casi todas ellas.
Cuando corría el
minuto 67, Carlos María Morales disparó contra el arco americanista y para su
buena fortuna, Diego Reyes desvió el balón dejando sin oportunidad al arquero
Hugo González para que el marcador se pusiera 0-1 a favor del Morelia.
Pero el gusto no le
duró mucho a los michoacanos ya que Jiménez anotó el del empate cuando corría
el minuto 74 al cabecear de buena forma un tiro libre. Era el 1-1 para el
América que de inmediato se puso manos a la obra para buscar el triunfo que
bien hubiera podido llegar de no ser por la buena intervención de Federico
Vilar que salvó un disparo a quemarropa de Zúñiga que ya se cantaba como gol.
Así las cosas, el
llamado clásico de las televisoras aunque un tanto desangelado sí tuvo sus
emociones y ambos equipos terminaron brindándose en los minutos finales.