Si bien Tomás Boy
aún no ha tenido tiempo para entrenar a su equipo, algo habrá dicho que motivó
a sus jugadores ya que el Atlas jugó como no se le había visto en un buen
tiempo, adelantó filas, presionó al rival y buscó la meta contraria en todo
momento.
El partido comenzó
muy movido ya que ambos equipos se lanzaron hacia el frente y el balón circuló
por ambas áreas pero fue el Monterrey quien anotó primero gracias a un error
defensivo de los rojinegros que no se coordinaron bien a la hora de marcar y Zavala
puso un bonito pase al hueco que Neri Cardozo bajó elegantemente con el pecho y
bombeó por arriba del portero atlista que se encontraba tres pasos al frente de
su portería y nada pudo hacer para detenerlo.
El Atlas que había
salido muy ofensivo y buscando la puerta contraria, entró entonces en su peor
etapa del partido. Les asaltaron las dudas y el Monterrey sintió que su víctima
estaba herida y se lanzó al frente para finiquitar el partido pero no tuvo suerte
y los chicos de Boy lograron nivelar la situación poco a poco.
El primer tiempo
terminó con el Atlas un poco más dominador y el Monterrey disparando rápidos
contragolpes pero el marcador ya no se volvió a mover y ambos se fueron al
descanso con un entretenido 1-0 a favor de los locales.
El Atlas salió
decidido a lograr el del empate en el segundo tiempo pero se topó con un
Monterrey bien plantado atrás y que cada vez que recuperaba el balón, lanzaba
peligrosos contragolpes sobre todo por la banda izquierda que fue un continuo
dolor de cabeza para los rojinegros.
Cuando corría el
minuto 65, Suazo se hizo de un buen balón en el área atlista y con un par de
quiebres pareció quitarse al defensa que tuvo que recurrir a la falta para
frenar un desaguisado. El público había ovacionado al Chupete desde el
calentamiento previo y era su momento, un penal producto de una vistosa jugada
pero lamentablemente optó por un disparo suave, bombeado y al centro y el
portero simplemente esperó parado a que el balón llegara a sus manos por lo que
la ocasión se desperdició.
El Atlas continuó
con su presión en todo el campo y con sus embates a la meta regiomontana
mientras Vucetich fue reorganizando su equipo en busca de motivar más
contragolpes que le pudieran dar la ventaja definitiva.
Cuando corría el
minuto 70, el recién ingresado Barraza emparejó los cartones con un cabezazo y
dio a los zorros un justo empate a 1. Los pupilos de Boy habían alcanzado un
merecido punto gracias a su actitud ofensiva.
Los minutos finales
transcurrieron con jugadas cerca de ambos marcos e incluso el marcador pudo
moverse pero ambos equipos terminaron por aceptar el empate y frenar los
ímpetus ante el reordenamiento defensivo de ambos cuadros.
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