Apenas unos días
después de su enfrentamiento en San José, las selecciones de México y Costa
Rica se verán las caras de nuevo en un partido que, de nueva cuenta, reviste
especial importancia para ambos.
Para México puede
significar la calificación matemática al hexagonal final de la CONCACAF ya que
tiene 9 puntos en 3 partidos mientras que para Costa Rica sumar puntos le
permitiría mantenerse en el 2o puesto del cuadrangular y por ende, en zona de
clasificación.
Si bien una gran
parte de la prensa mexicana echó las campanas al vuelo luego de la victoria de
2-0 en San José, la realidad es que el equipo tricolor dio un mal partido y
mostró muchas carencias, tanto defensivas como ofensivas y José Manuel de la
Torre lo percibió así y se puso a trabajar en ello.
La defensa tricolor
se vio nerviosa y perdió muchos balones en la salida pero para su buena
fortuna, estos errores no fueron capitalizados por los ticos que no pudieron
anotar en su propia casa. La media cancha corrió la milla pero se vio carente
de creatividad y terminaron mandando balonazos a la olla más que pases o
centros bien pensados.
Se habla mucho de
que la pareja Chicharito-Oribe no funcionó pero la realidad es que ninguno de
los dos tuvo algún balón a modo y terminaron por desperdiciar sus esfuerzos en
el campo sin encontrar verdaderas jugadas de gol.
Los goles mexicanos
cayeron en jugadas a balón parado que, incluso, contaron con un poco de fortuna
pero aún así, algunos medios nacionales hablan de "un partido
perfecto" por el simple hecho de haber obtenido una victoria y de que el
rival no anotó ni un gol.
Si bien el partido
en Costa Rica no fue vistoso, nadie puede negar que ambos equipos se esforzaron
y pelearon en busca de la victoria y en el futbol no se califica la belleza o
el lucimiento y sí se suman los puntos para los que anotan los goles por lo que
México deberá de estar muy atento ante la velocidad de los rivales y deberá
concentrarse mejor para no cometer tantos errores.
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