América llegó al
partido como el 8o lugar de la liga y Santos Laguna como el 7o. Ambos equipos
calentaron el ambiente desde media semana con declaraciones que giraban en
torno del poco peso que, como local, ha ejercido el América desde hace algunos
años, algo que aún hoy sigue siendo una materia pendiente para Miguel Herrera y
que se refleja claramente en las entradas al Estadio Azteca.
El América controló
el balón más tiempo en el inicio del partido, pero de forma intrascendente y se
sentía mayor peligrosidad en los contragolpes de Santos aunque los arqueros no
entraban aún en funcionamiento.
La primera jugada de
gol llegó al minuto 10 cuando el América desbordó por la izquierda y Raúl
Giménez centró para Chucho Benítez quien buscó anotar de cabeza pero Oswaldo se
interpuso y evitó que cayera su marco. La jugada despertó a los americanistas que
comenzaron a conectarse y a tejer sus jugadas, sobre todo por esa banda
izquierda con el Rolfi, Aguilar y Giménez.
Sin embargo, Santos
Laguna se aplicó y fue nivelando el partido y comenzó a generar sus jugadas de
peligro, aplacando al América con su propio poderío ofensivo.
En el arranque del
segundo tiempo, las Águilas conquistaron el gol de la quiniela cuando apenas
corría el minuto 48 gracias a un remate de Raúl Giménez que entró después de
golpear al travesaño de la portería defendida por Oswaldo.
El gol obligó a los
de la Comarca Lagunera a adelantar filas y presionar en busca del gol del
empate, pero la defensa americanista se aplicó bien para cerrar los espacios y
responder con largos balonazos en busca de un contragolpe que les permitiera
finiquitar el partido.
Cuando corría el
minuto 73, Chucho Benítez cabeceó a gol un centro enviado por Sambueza y
desviado por un compañero para poner el marcador 2-0. Lejos de conformarse, el
América volvió de inmediato a presionar hacia el frente con un Chucho Benítez
inspirado y motivado con el gol.
La presión
americanista le robó valiosos minutos a los Guerreros que, al verse superados,
recurrieron a algunas jugadas fuertes para frenar los embates y, en cuanto
amainó la situación, volvieron a insistir al frente en busca de un gol que les
permitiera regresar al partido.
Sin embargo, la
defensiva americanista se supo multiplicar para contener los embates laguneros
e impedir que estos anotaran un gol, con lo que el América logró conquistar una
importante victoria y aunque haya sido ante una pésima entrada, la investidura del
rival muy probablemente ayudará a que la siguiente mejore.
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