Pese a todos los
problemas que le rodean, la Juve es el campeón de Italia y sin duda salió como
favorito en su visita a Génova pero vaya que pasó apuros para superar la aduana
que los locales vendieron cara su derrota y causaron estragos con sus punzantes
contragolpes, siempre peligrosos.
La Vecchia Signora
se fue al frente en un principio pero no contaba con la tozudez y el buen
oficio del Génova que plantó cara y no sólo complicó al actual campeón sino que
también lo puso en la lona cuando corría el minuto 17 gracias a un gol de Ciro
Immobile.
El gol provocó no
sólo la locura del público presente sino que también funcionó como acicate para
el equipo de casa que entonces vivió sus mejores momentos, respondiendo con
rápidos desdoblamientos a cada intento de ataque de la Juventus que parecía
confundida y no encontraba el camino para generar peligro en la meta contraria.
Lamentablemente para
el Génova, no supieron traducir esa superioridad mostrada en la primera parte
en goles y terminaron por pagarlo caro ya que la Juve se levantó y cuando
corría el minuto 60 consiguió el empate por conducto de Emanuele Giaccherini.
Cuando corría el
minuto 77, Kwadwo Asamoah se coló hacia la línea de fondo por la parte
izquierda del área pero fue trabado por un defensa y el árbitro marcó la pena
máxima que Mirko Vucinic convirtió en gol al minuto 78 con lo que además de
darle la vuelta al marcador, le daba un giro completo al partido ya que, a
partir de ese punto, Juventus se enseñoreó y comenzó a dominar claramente el
partido.
Asamoah puso cifras
definitivas al minuto 84 al empujar un fuerte tiro-centro casi sobre la raya de
gol para que la Juventus consigue su tercer triunfo consecutivo en el arranque
de la Serie A.
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