El llamado clásico joven se fue calentando desde media semana con declaraciones de ambos bandos y en cuanto el árbitro sonó el silbato, los cementeros buscaron la portería americanista.
El Cruz Azul arrancó mejor y adelantó líneas mientras el América se plantó bien atrás y buscó responder con trazos largos con la intensión de explotar la velocidad de Chucho Benítez en el frente.
Los primeros minutos se vivieron con gran intensidad y si bien el Cruz Azul tenía mayor posesión del balón, le hizo falta claridad en el frente y antes de alcanzar el minuto 20, en un rápido contragolpe, Benítez estuvo cerca de abrir el marcador pero Corona se empleó a fondo supo robarle el balón antes de que pudiera hacer más daño.
Pero Benítez insistió y muy pronto tuvo una segunda oportunidad y en esta ya no perdonó para anotar el 1-0 a favor de las Águilas. El América había logrado llegar al área cementera en unos cuantos toques y la velocidad de Benítez fue letal.
Pero Cruz Azul no bajó los brazos y continuó insistiendo, sumando unidades al frente aunque sin encontrar la profundidad requerida para emparejar el marcador. El primer tiempo mantuvo la tónica del principio aunque la velocidad decayó y ambos equipos terminaron nulificándose.
El Cruz Azul volvió a cargar con todo al salir a la segunda mitad. Ya con Maranhao en el campo, los celestes abrieron mejor el campo y aprovecharon la banda izquierda desde donde el recién ingresado sirvió un centro candente que Aquino empujó al fondo de la red para empatar el marcador y hacerle justicia a lo sucedido en el campos.
Ante esto, ambos técnicos echaron mano de sus mejores armas en la banca e intentaron inclinar la balanza de su lado pero la igualdad estaba marcada y la pizarra ya no se movió más aunque hay que reconocer que ambos porteros tuvieron que emplearse a fondo para que esto sucediera.
Al igual que en el primer tiempo, la intensidad fue decayendo conforme fue avanzando el cronómetro y si bien ambos equipos mantuvieron vocación ofensiva, jamás descuidaron su defensa y mantuvieron siempre más unidades cuidando la retaguardia que intentando ofender.
Los trazos largos del América se fueron diluyendo los centros al hueco de Layún poco ayudaron para generar peligro. El Cruz Azul por su parte intentó por conducto del Chaco pero este aún está muy lejos de su mejor forma y tampoco pudo contactar adecuadamente con sus compañeros a tal grado que Omar Bravo prácticamente no se notó.
Ambos equipos perdieron fuelle en los minutos finales en los que pudo más el miedo a perder que las ganas de triunfar y el partido terminó 1-1.
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