México venció por la
mínima diferencia a Costa Rica con gol del Chicharito y logró su clasificación
al hexagonal final de la CONCACAF, pero no todo es felicidad ya que las buenas
noticias se acaban ahí. El funcionamiento del equipo volvió a dejar mucho que
desear y el Chepo tiene mucho trabajo en frente.
Tuvieron que pasar
más de 30 minutos para que el conjunto tricolor hiciera la primera jugada de
peligro en la meta costarricense. México sufrió para descifrar el jeroglífico
que planteó Costa Rica en la defensa. La falta de variantes ofensivas mexicanas
simplificaron mucho la labor de destrucción de los defensivos ticos que
simplemente bloquearon los accesos hacia su portería y México no tuvo recursos
para sortearlos.
Tuvieron que
sucederse jugadas a balón parado para que México se acercara a la portería bien
defendida por Keilor Navas ya que, con el balón en movimiento, no fue posible.
La defensiva mexicana volvió a verse titubeante por momentos pero el
planteamiento ultra defensivo de Costa Rica les facilitó mucho las cosas.
Hubo mala
coordinación entre las filas, se padeció por falta de creatividad y de
variantes a la ofensiva y, de nueva cuenta, los dos centros delanteros
estuvieron muy aislados. Muchos de los centros eran pasados o simplemente al
hueco y se desperdiciaban oportunidades.
Jorge Torres Nilo
desbordó por la banda derecha cuando corría el minuto 60 y mandó un magnífico
centro al segundo poste donde apareció el Chicharito para marcar de cabeza el
1-0 que, a la postre, le daría a México el triunfo y la tan ansiada
calificación para el hexagonal final de la CONCACAF.
Para los ticos fue
un mal resultado y se combina con el triunfo de El Salvador que los deja
momentáneamente como tercer lugar del cuadrangular, fuera de la zona de
clasificación al hexagonal final, por lo que lo que suceda en los siguientes
dos encuentros definirá al futuro acompañante de México en el grupo.
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