No cabe duda de que
hasta los grandes pueden llegar a sentirse presionados en momentos clave.
Cuando ya todo mundo daba por hecho que el Manchester United se encaminaría
fácilmente hacia un nuevo título en la Premier League, la presión va haciendo
mella y con ella vienen los tropiezos.
Los Diablos Rojos
salieron al campo un tanto desorientados, pero aún así, se repusieron y se
fueron al frente en el marcador con ventaja de 2 goles en dos ocasiones para
terminar cediendo un empate que le da oportunidad a su archirival, el
Manchester City, de acercarse y volverse a meter a la pelea por el título.
El Everton inició el
partido a tambor batiente y se plantó en un par de ocasiones frente a la puerta
de los Diablos Rojos que, sin embargo, lograron mantener el marcador en ceros.
Una vez superado el inicio desconcertante, los Diablos Rojos tomaron el control
del partido y fueron, poco a poco, dominando al Everton, pero sin crear claras
ocasiones de gol hasta que Nani comenzó la fiesta con un par de disparos hacia
el arco contrario, mostrando el camino a sus compañeros.
Sin embargo, fue el
Everton el que inauguró el marcador por conducto de Jelavic quien con un
certero cabezazo venció a De Gea para el 1-0. El Manchester no tardó en
responder y unos minutos más tarde, Rooney se encargó de anotar el del empate y
nivelar el encuentro.
Ferguson debió
hablar fuerte con sus pupilos en el medio tiempo ya que los Diablos Rojos
salieron a tumbar caña para la segunda parte y se fueron al frente 2-1 por
conducto de Welbeck quien con un disparo potente y bien colocado venció a
Howard.
Cuando todavía una
buena parte del público seguía festejando el gran gol de Welbeck, Nani se
encargó de anotar el tercero para los locales que parecían enfilarse a una
fácil victoria pero Fellaini anotó un soberbio gol de volea para acercar al
Everton 3-2.
Cuando corría el
minuto 70, Rooney anotó el 4-2 a favor del Manchester United y de nuevo el
público estalló en júbilo pensando que, ahora sí, el partido estaría resuelto
pero no contaban con que el Everton jamás bajaría los brazos en parte gracias a
que su equipo se relajó.
Cuando corría el
minuto 82, Jelavic anotó el 4-3 que acercaba al Everton y un par de minutos más
tarde, Pienaar puso el partido 4-4 que enfureció a Ferguson.
El veterano
entrenador puso entonces toda la carne al asador en busca del gol que le diera
la victoria a su equipo pero la defensa del Everton se fajó y ni qué decir del
portero, Howard, quien sacó una que algunos ya cantaban como gol.
Así las cosas, el
empate de los Diablos Rojos deja abierta la puerta para que los Citizens
aprovechen y vuelvan a meterse en la pelea por el título de la Premier League
que muchos ya daban por resuelta.
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