A un paso

El Real Madrid ha hecho la tarea metiéndole 3-0 al Sevilla con la finalidad de asegurar el campeonato en caso de que el Barcelona sea víctima de la depresión y no logre obtener puntos en su partido de hoy.

No debió de ser fácil para Mourinho preparar al equipo después de la derrota ante el Bayern de Múnich que supuso su eliminación de la Champions pero el estratega logró poner a punto a su equipo y conjuntó un once para ganar. De hecho, en el once titular merengue estaban 10 de los que habían iniciado el partido contra el Bayern, por lo que se puede inferir que el portugués no quería correr riesgos ante el Sevilla.

El Sevilla lanzó un ataque tempranero que muy bien pudo convertirse en gol, pero el Real Madrid supo capear el mini temporal y salir adelante para sumar tres puntos más. De nuevo ha sido Özil quien se ha echado a cuestas la creatividad y orquestó las ofensivas desde el medio campo.

Cuando corría el minuto 18, Benzema asistió a Cristiano quien se quitó a un defensa de encima y disparó cruzado para inaugurar el marcador. Era el ansiado 1-0 que buscaban los blancos para encaminarse a la victoria y que mejor que viniendo de una conexión entre dos de sus máximas estrellas.

Sin embargo, el Sevilla no bajó los brazos e intentó responder, pero las ofensivas terminaron por estrellarse en un Iker Casillas solvente y seguro que supo responder cuantas veces fue requerido. El arquero madridista tuvo que emplearse a fondo en diversas jugadas para mantener a flote a su equipo.

Para fortuna de los locales, el primer tiempo concluyó sin que el Sevilla pudiera plasmar en el marcador sus múltiples oportunidades y en el descanso Mourinho reorganizó todo para que el Madrid pudiera reencontrarse en el terreno de juego.

Cuando corría el minuto 48, Di María logró conectar con Benzema y el francés anotó el segundo y unos minutos más tarde, el propio Benzema volvió a cerrar la pinza para culminar un bonito contragolpe y dejar las cifras definitivas de 3-0 a favor del Madrid que con esto pudo darse un baño de gente y entre porras y cánticos olvidar de momento el amargo trago que tuvo que pasar.