Cuando se anunció la contratación de Ignacio Ambriz para las Chivas, el timonel no dudó en declarar que sentía que se había ganado la lotería puesto que no tenía los bártulos ni blasones para tal honor. Hoy tal vez alguien diría que en realidad se sacó la rifa del tigre y no ha sabido qué hacer.
Ayer las Chivas sufrieron un nuevo y doloroso revés, ahora ante Vélez Sarsfield por 2-0 en el Omnilife y sumó su cuarta derrota consecutiva.
Si bien el inicio de la era Ambriz fue complicado y el equipo tardó en reaccionar y sumar puntos, el Rebaño había logrado hilvanar triunfos y comenzaba a soñar tanto con la clasificación a la Liguilla como a la segunda fase de la Libertadores pero estas dolorosas derrotas les han puesto al borde de la eliminación en ambos torneos.
Esta derrota hunde a las Chivas en el último lugar del grupo y si bien aún tiene posibilidades matemáticas para clasificar, esto depende de una combinación de resultados ya que tendría que golear y esperar que Vélez derrote al Defensor Sporting para acceder a la siguiente fase.
Si bien las Chivas se esforzaron y pelearon por cada balón, el funcionamiento colectivo dejó mucho que desear y volvieron a acusar la falta de profundidad de las últimas semanas, por lo que no crearon muchas oportunidades de gol ante el cuadro argentino.
Para colmo de males del chiverío, tampoco supo meter las pocas jugadas que generó, por lo que su ofensiva se vio ineficiente y falta de creatividad.
Los que no dudaron en aprovechar las suyas fueron los de Vélez quienes en dos rápidos contragolpes fulminaron las aspiraciones del chiverío. Al minuto 69 anotó Augusto Fernández y al 89 Lucas Pratto puso cifras definitivas en el Omnilife.
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