La otra cara

No cabe duda de que cuando el Real Madrid se dedica a jugar futbol y privilegia el toque y el ritmo sobre lo físico y la polémica, se convierte en un equipo arrollador. En esta ocasión, la Real Sociedad ha tenido que pagar los platos rotos y se ha llevado una buena revolcada en el Santiago Bernabéu ante cerca de 60 mil espectadores que se deleitaron con una gran exhibición de los Merengues que terminaron goleando por 5-1 a una débil y timorata Real Sociedad.

La fuerza ofensiva del Madrid es enorme y, cuando su gente es bien surtida el resultado es un equipo demoledor. En esta ocasión, el Madrid se concentró en jugar futbol, en ir al frente y anotar un gol. El Real Madrid salió en plan grande y no concedió espacios, aprovechando el andamiaje defensivo del visitante que intentó vanamente poblar la zona baja aglomerando defensas y medios defensivos para dejar únicamente a una persona al frente en busca de aprovechar algún error o un contragolpe.

Higuaín puso al frente a los locales al minuto 5, dejando en claro que este Madrid no se andaría por las ramas y que iría directo a demoler al adversario, muy bien aplicado y con Xavi Alonso, Khedira y Kaká comandando un medio campo compacto que tanto acompañaba a la defensa como creaba opciones para la delantera.

Adelante estaban Benzema, Higuaín y Cristiano que se rotaban rápidamente confundiendo a la zaga de la Real Sociedad que no sabía bien como marcarlos. Al minuto 31 Cristiano anotó el segundo para la cuenta merengue y muy pronto, cuando corría el '39, fue Benzema el encargado del 3-0 y, aunque Prieto acercó a la visita 3-1 al 40, el Madrid terminó por sentenciar en el segundo tiempo con goles de Benzema al 48 y de Cristiano al 55.

El Madrid volvió a ser el equipo poderoso que aplasta a sus rivales copándolos en el frente, sin permitir espacios y cortando sus avances muy cerca del área para crear peligro inmediatamente. El Madrid volvió a robarle el balón al rival y volvió a imponer su ritmo y sus condiciones. En esta ocasión no dieron lugar a dudas y al lanzarse al frente imposibilitaron al rival para responderle.