El AC Milán y el Barcelona empataron sin goles en San Siro con muy buenas intervenciones de los arqueros y cruces defensivos que terminaron por ser decisivos. El Milán salió al abordaje con todo y en los primeros minutos desestabilizó al Barcelona que muy pronto entró al partido y tomó el control del balón, aunque tampoco tuvo la puntería como para inclinar la balanza de su lado.
Tal vez la mejor oportunidad de gol del Milán fue desperdiciada sorprendentemente por Robinho que nos ha acostumbrado a meter esas de manera fácil pero en esta ocasión, lamentablemente para los fanáticos italianos, no llegó con su mejor forma y no pudo concretar.
Robinho abandonó el campo al minuto 52, visiblemente disminuido. Ibra también tuvo su oportunidad pero tampoco tuvo suerte.
Si bien el Barcelona sufrió durante los primeros minutos, fue capaz de sobreponerse y poco a poco fue metiéndose al partido hasta terminar dominando a los locales, aunque es indudable que los culés extrañaron la profundidad de Cesc.
Fue un partido intenso, bien disputado, con dos estilos muy distintos. El Barcelona buscando tejer sus opciones tocando el balón, pero sin muchas facilidades y el Milán agazapado, en espera de su oportunidad para mandar relampagueantes contragolpes aunque la puntería de ambos no fue la suficiente para vencer a dos grandes arqueros que terminaron por imponerse para mantener el marcador en ceros.
El Barcelona reclamó dos jugadas que bien pudieron marcarse como penales pero que no fueron concedidas por el árbitro, Eriksson. Una apretada jugada en la que el portero sale y Alexis arrastró los pies para ser arrollado y la otra un claro jalón de camina sobre Puyol que si bien logró cabecear en el tiro de esquina, su remate salió desviado.
La gran virtud del Milán fue apagar a Messi y hacer que el dominio del balón azulgrana fuera inocuo. Su gran defecto fue el fallo de Robinho solo frente al arco que hubiera coronado el vendaval con el que recibieron a los culés y seguramente le hubiera dado un importante giro a la eliminatoria.
Así las cosas, la definición queda pendiente para el Camp Nou donde se tendrán que ver de nuevo las caras la próxima semana.
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